"me convertí en una mera espectadora de las estaciones desde mi ventana. "
No creo equivocarme al afirmar que en esta pandemia que estamos viviendo, los meses transcurren de una manera inusual a lo que estamos acostumbrados.
Desde que comenzó "la nueva normalidad", personalmente empecé a sentir que las estaciones pasaban sin tan siquiera percatarme. Nunca mejor dicho, me convertí en una mera espectadora de las estaciones desde mi ventana.
Al principio he de reconocer que no me parecía nada mal pasar los días de frío y lluvia dentro de casa sabiendo que en un día "normal" me hubiera tocado salir bien temprano, pasar frio esperando el tren y tener que aguantar la tan ya aborrecida orquesta de mocos del gentío.
Pero los días pasaban y se fueron convirtiendo en meses y ya con ello llevamos más de un año.
Suelo comentar con mis amigos esta misma sensación y muchos nos encontramos con ese sentimiento de "descolocación" temporal que nos hace ver todos los días muy parecidos.
"mi cabeza había empezado a organizar el año por lecturas."
Un día por casa, como siempre, me quedé mirando mis libros y aquí es cuando ocurrió algo nuevo. Mi cabeza recordaba perfectamente cuando, como y en que orden había leído todos esos libros, de modo que podía ver el transcurro de este año a través de ellos. La gran mayoría de ellos me los he leído en esta época de pandemia y en algún momento, el cual desconozco, mi cabeza había empezado a organizar el año por lecturas.
A falta de una referencia clara de vivencias y estaciones que haría a mi cabeza dividir el transcurso del año, han sido las lecturas esta vez las encargadas de ello.
Así, por ejemplo, recuerdo perfectamente como a principio de año y entre mantas yo leía con gran emoción el segundo libro de "Dragonlance" y los tomos de "Guardianes de la noche". Recuerdo como fue en febrero cuando me leía el cuarto libro de Harry Potter y lo mucho que sufrí con el final. Como ese mismo mes además descubrí la pluma de Victoria Schwab y como a través de ella iba viendo la increíble vida de Addie LaRue con ese final que te deja con ganas de leerte cada uno de los libros que haya escrito la autora.
Me da la curiosidad si este efecto le habrá ocurrido a más personas que leen libros asiduamente u a otras que tienen aficiones distintas como por ejemplo videojuegos, música etc.
No tengo nada claro cuanto más va a durar esta situación pero a día de hoy me gustaría darle las gracias a todas esas increíbles historias que me han ayudado a pasar todo esto de una forma más llevadera. Libros que me han hecho viajar por reinos poblados de dragones, libros que me han llevado a la Inglaterra de principios del siglo XIX, a mundos de magia e incluso a través de los siglos desde los ojos de una persona inmortal.
Y sobre todo darle las gracias a mi bellísima hada madrina por darme una idea tan increíble de la que hablar por aquí en el día del libro.
A todos os deseo un gran feliz día del libro. Gracias por llegar hasta aquí y buena lectura!
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